Mi historia -
El límite de mi lenguaje define los límites de mi mundo.
Nací en Buenos Aires, el lugar donde mi padre y mi madre se encontraron cuando emigraron del norte de España. Crecí en una especie de tribu trasplantada sin demasiada convicción en su nueva tierra, pero que acogía cálidamente las particularidades de un país con muchas texturas. En 1996 dejé Argentina, viví durante veinte años en Cataluña -entre Vilafranca del Penedés y Barcelona- y algunos meses en Granada y Estambul. En Barcelona acepté el islam. Hace unos años me establecí en Estonia, vivo a las afueras de la ciudad de Tallín (cuento algo más en Desde dónde escribo). Aquí tengo familia y también trabajo.
No distingo muy bien la diferencia entre ser o no un escritor o una escritora profesional. En todo caso, no vivo de escribir si es lo que significa ser profesional. La escritura reclama su lugar en mí como una respuesta a la vida. Es una alquimia, una reacción vital.
¿Desde dónde escribo? Mi intención…
Geográficamente hablando escribo desde Viimsi, una población sobre el mar Báltico en el golfo de Finlandia que tiene un pasado de pescadores y marineros suecos y de terratenientes alemanes. Hay un faro rojo, gaviotas, cuervos, y sirenas de barco los días y noches de niebla.
Pero ¿Cuál es mi intención? Mi intención es proponer otra mirada sobre el islam en Europa, una mirada holística y honesta, porque es una parte no reconocida de nuestra identidad.
La historia humana es una red de conexiones en un constante fluir, de las que muchas veces solo tenemos un conocimiento fragmentado.
La intuición de lo que verdaderamente somos atraviesa el espacio y el tiempo, nuestro origen está siempre en tiempo presente. Más allá de la ilusión de una civilización que busca distraerse y entretenerse hasta la muerte, nuestra naturaleza primordial, la pulsión de lo divino no desaparece.
“No veo nada”, dije…Todo lo contrario, mi querido Watson, lo ves todo. Sin embargo, no consigues razonar sobre lo que ves”. (Sherlock Holmes)
El islam nos ofrece simplicidad, autenticidad y sentido. Es transparente y dúctil, como dice Abdal Hakim Murad, “el islam libera porque está arraigado en nuestra naturaleza”.
Voy a hablar por ella, pero también guardaré silencio…
En el islam existe el concepto de hurma ‘inviolabilidad sagrada’, el honor divinamente otorgado a todo ser humano.
La Dama del Hajj